No podías mas, estabas cansada, ver a
tu padre pegando a tu madre era algo habitual, y que tu lloraras
también. No se lo contabas a tus amigos, porque dejarían de
juntarse contigo, creyendo que serías igual que tus padres. Excepto
a una persona. Solo tenías 6 años pero con él te sentías a gusto,
cómoda, protegida. Solo él te entendía. Él sabía todo sobre ti.
- Liam, ya no puedo más, han vuelto a discutir.
- Tranquila, yo estoy aquí contigo.-Dijo con dulzura.
- Gracias, no sé que haría sin ti.
- De nada.
Un día viste que la cosa entre tus padres no fue bien y te derrumbaste sobre su hombro.
- No llores princesa.-Te dijo.
No mereces esto. Empezó a cantarte al oído. Te olvidaste de todo. Solo exitíais tu y él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario